miércoles, 27 de junio de 2012

Sobre la conformación de los estados de a cuerdo a las sociedades en su conjunto.



 Para que exista un estado o sociedad debe existir de manera consiente un poder coercitivo que permita asegurar el pleno cumplimento de las leyes o bien de los pactos existentes en cada sociedad. Aquí  se verá que la diferenciación entre pueblos con historia y pueblos sin historia es un debate que nos interesa ya que no necesariamente debe ser tomada la historiografía desde el plano europeo. Con respecto a la escritura y la forma de trasladar el pasado a través del tiempo. En algún momento se interpretaron a diversas civilizaciones como menores o sencillas contraponiéndolas con las complejas. Sería un error mantener esta premisa siendo que el grado de complejidad de las civilizaciones no debe compararse de a cuerdo a sus logros materiales o militares y demás. Existen muchas civilizaciones que de acuerdo a su complicado sistema social nos demuestran su grado de evolución.
De acuerdo con Edward Evans-Pritchard y Meyer Fortes, pueden existir dos tipos de sociedades; una de las cuales está provista por un estado que ejerce el poder coercitivo sobre sus miembros de manera que si alguno infringiera alguna de sus normas de seguro sería sancionado y la segunda es aquella donde prima la segmentación en donde el poder coercitivo no radica claramente en nadie y las normas podrían llegar a ser pasadas por alto con relativa facilidad sin que la sociedad pueda organizarse rápidamente para reparar el hecho. Por su parte Lucy Mair, divide a las sociedades en tres donde una de ellas podría caracterizarse por un gobierno mínimo donde este detente un poder limitado de coerción. El segundo que llamaremos un gobierno difuso en donde el poder está en varias capas de la sociedad y su fuerza es similar o al menos muy importante en todos los casos lo que imposibilita la toma de decisiones rápidas y la clara determinación del poder. Por último, el gobierno estatal donde el poder está ejercido por elementos de la sociedad bien diferenciados del resto.
Con esto dado, debemos interpretar que en un gobierno existen diferentes individuos que son capaces de imponer su autoridad ante el resto. Con esto sus orientaciones en las decisiones económicas y políticas que podrían llevar a la guerra en muchos casos.
Podemos concluir en que se puede llamar política a toda sociedad donde existan gobernantes capaces de imponer una orientación común al conjunto de los pobladores del estado, sometiéndolos a su arbitraje.

                                                                                       Prof. Pablo Splawski

domingo, 17 de junio de 2012

Breve análisis del capitalismo liberal.



El capitalismo es un modelo económico y social que desde el siglo XVIII tomó un especial protagonismo en la humanidad. Su comienzo fue revolucionario, la doctrina política que lo acompaño fue el liberalismo.  En esta se expresan  ideas de libertades humanas de todo tipo; prensa, políticas, comerciales, como desde luego la libertad de todos los hombres y mujeres del mundo. A medida que la sociedad feudal se iba quebrando, la sociedad liberal iba ganando espacio y su poder fundamental fue el mercado protagonizado por el bien de cambio.
Estas libertades  que garantizaban a los emprendedores grandes ganancias, fueron protagonizadas por una nueva clase social que se estableció en la cúspide de la sociedad industrial que dominaban estos hombres liberales. Entonces, el capitalismo liberal que podríamos sintetizar en una expresión económica y política que promueve las libertades de acción económicas políticas y sociales. A medida que enriquecía hombres de negocios permitía que estos pongan en situación de esclavitud a otros. Comúnmente aquellos que trabajaban en las fábricas. En el siglo XIX, el capitalismo liberal tuvo su momento de expansión cuando las grandes potencias intentaron colonizar aquellos terrenos que no habían sido europeizados. Sobre todo sectores de África y Asia. En América, la situación fue distinta ya que la colonización se dio en un sentido informal o “económico”. Pero aun así, por aquellos días el liberalismo (expresión político-económica del capitalismo) se veía como una posibilidad de salir del atraso colonial que nos había sido impuesto durante el dominio español. Personajes como Mariano Moreno o el mismo Manuel Belgrano fueron adherentes  a las ideas liberales. El capitalismo liberal parecía ser una buena alternativa en América.
Sin embrago, sucedió que los grupos de poder que se establecieron en el mismo gracias a las ganancias que les proporcionó el nuevo sistema económico, dominaron los sectores de influencia logrando la mayor rentabilidad a costa del sudor de aquellos que no poseían un capital escaso. Recordemos que según Smith, la ley que mueve al capitalismo es “la oferta y la demanda”  y que aquello que más valor tiene es lo que se encuentra en volúmenes reducidos (escaso) siendo que hay menos y se lo requiere más de lo que se puede conseguir. Entonces, analizando, que todas las personas tienen algo para ofrecer al mercado: algunos sus bienes capitales (dinero, terrenos, inmuebles, etc) otros sus bienes intelectuales (aquellos que se encuentran preparados intelectualmente para desarrollar una tarea que otros no pueden por no contar con el conocimiento) y aquellos que no poseen alguno de estos ofrecerían su fuerza de trabajo. Esto que en teoría no suena tan mal, en la práctica resultó desastroso. La pobreza se distribuyó por todo el mundo que había sido colonizado, fueron oprimidos los pueblos originarios de estos sectores y los beneficios se acumularon en las arcas de aquellas personas que controlaban los hilos del capitalismo. Estas desigualdades sociales trajeron como consecuencias que diversos grupos activistas desarrollaran nuevas ideologías que sirvan de opción para terminar con el modelo capitalista que lejos de llevar la libertad al mundo había llevado el imperialismo que oprimía cada vez más a los pueblos menos desarrollados y que garantizaba las desigualdades sociales a favor de un grupo minúsculo en cada una de las sociedades. Entonces, de aquel capitalismo liberal que había nacido como una opción de libertad ya no quedaba nada en lo absoluto. Es así como a inicios del siglo XX el capitalismo liberal es una doctrina oligárquica que desea conservar el régimen tal cual y como está ya que el statu quo, le proporciona el poder necesario. De ahí el término “conservador” para quien desea mantener el capitalismo inalterado.

                                                                             Prof. Pablo Splawski

martes, 5 de junio de 2012

Sobre el objeto de estudio de las ciencias sociales.


A la hora de hablar del objeto de estudio de las ciencias sociales la complejidad muy grande, reducirlo al concepto de “social” no especifica nada.
La columna vertebral de la investigación social debe basarse, a grandes rasgos, en; lo impredecible de la humanidad, es difícil llevar a cabo experimentaciones, la cultura y su medio social, articulación con la política.
Voy a centrar este escrito en la idea que queda perpetuada mediante el genio de Hobbes que analizó su entorno y modificó la interpretación del objeto mediante el método. Considerado como uno de los primeros en esbozar las ideas político liberales, Hobbes, creía que era posible controlar la moral de la humanidad pues había sido creada por esta misma.  Racional, su método estuvo orientado a crear una racionalización del orden ético y político creando valores universales ligados a la razón de la misma sociedad una vez establecidos los mismos en ella. Estipula que la sociedad podía identificar leyes morales de la misma manera que la física imponía las suyas. Es decir, controlando el comportamiento social y delimitando su accionar podía el científico ordenar jerárquicamente la acción social y delimitar, así, su campo de acción. Estableciéndose en “los apetitos naturales” y “la razón natural”, donde el hombre intenta proveerse de aquello que cree necesitar e intentando resguardar su vida, establece la necesidad estatal de delimitar la acción social de modo que se garantice la vida en comunidad y la interacción regulada por el estado mismo, en una suerte de garante. Paulatinamente se desarrollarán teorías complementarias a la de Hobbes, creando las bases para la nueva sociedad, en este periodo se suman a la interpretación social, Smith y Ricardo, integrando el cuerpo de estudio económico que legitimaría el individualismo que impera dentro de las estructuras capitalistas. Su objeto fue la sociedad pujante que se establecía como la nueva capa, y la interpretación de la misma se hacía inexorable. Contrario a ellos se desarrollarían teorías que intentan desmitificar este comportamiento como algo natural y establecerlo como algo inducido. Dentro de este circuito destaca Marx, quien tomó nuevos parámetros para intentar demostrar sus hipótesis. 
                                                                           Prof. Pablo Splawski

lunes, 4 de junio de 2012

Introducción a las Revoluciones Burguesas

En esta clase comenzaremos el estudio de las “revoluciones burguesas” que marcaron el pasaje desde la antigüedad a la modernidad o, dicho en otros términos, el fin definitivo del feudalismo y el surgimiento del capitalismo. Las revoluciones burguesas o la “doble revolución” están representadas por una revolución en lo económico llevada adelante por Inglaterra y una revolución en lo político y social encabezada por Francia.
En la clase de hoy nos centraremos en el estudio de la primera de ellas. La primera pregunta que deberíamos hacernos es ¿qué diferenció la revolución industrial de otros procesos de crecimiento económico que se dieron en Europa entre los siglos XIV y XVIII?.  Las diferencias fundamentales fueron que a diferencia de otros momentos de aceleración del crecimiento económico, la Revolución Industrial produjo:

  • una transformación económica y social y

  • un crecimiento autosostenido por medio de una constante revolución tecnológica y transformación social.


La centralidad que adquiere la Revolución Industrial inglesa se comprueba rápidamente al ver que los siguientes procesos industrializadores que se produjeron en Europa usaron la experiencia inglesa como modelo.
La siguiente pregunta que guía el estudio de este proceso se vincula con desentrañar cuáles fueron las causas de que la revolución industrial se produjera en Inglaterra y a fines del siglo XVIII. Esto nos lleva a recuperar los conocimientos que ya teníamos de este reino a la salida de la crisis del siglo XVII.

Recordemos que:

  • El proceso de cercamientos en el campo llevó a la virtual desaparición del campesinado como un grupo compacto y la división de la sociedad rural en terratenientes, arrendatarios y asalariados. La relación que unía a estos tres sectores era básicamente dineraria lo que implica, en definitiva un proceso de monetarización del campo.
  • La protoindustrialización, o desarrollo de la manufactura rural, había producido una diferenciación y especialización regional.
  • Ambos procesos habían contribuido a la creación de un incipiente mercado interno que vinculaba distintas regiones del reino.
  • El comercio internacional había experimentado un cambio cualitativo fundamental producto de la expansión colonialista europea. Esta conquista ultramarina había derivado en la creación de un circuito triangular de intercambio entre Europa, Africa y América. Dentro de Europa los estados continentales de Holanda y Gran Bretaña habían desplazado a los tradicionales polos de comercio internacional localizados en las ciudades italianas.
  • El sistema político inglés ya había experimentado su propia “revolución” que dio origen a una monarquía parlamentaria. El Parlamento había subordinado el poder del rey y se hallaba controlado por una oligarquía de aristócratas terratenientes que, a diferencia de sus pares continentales, tenía fuertes vínculos y/o intereses directos en el comercio.

Con este punto de partida, podemos entrar al estudio de lo que constituyó la primera fase de la revolución industrial centrada en la industria textil del algodón. Esta etapa, desarrollada aproximadamente entre 1780 y 1840, introdujo una nueva forma de sociedad, el capitalismo industrial y una nueva forma productiva, la fábrica. En efecto, la Revolución Industrial no trajo aparejados cambios solamente en la forma de producir y el nivel de acumulación del capital sino también cambios sumamente disruptivos en la vida de los trabajadores que, abandonando el campo fueron a trabajar, y a vivir, en las ciudades.