domingo, 17 de junio de 2012

Breve análisis del capitalismo liberal.



El capitalismo es un modelo económico y social que desde el siglo XVIII tomó un especial protagonismo en la humanidad. Su comienzo fue revolucionario, la doctrina política que lo acompaño fue el liberalismo.  En esta se expresan  ideas de libertades humanas de todo tipo; prensa, políticas, comerciales, como desde luego la libertad de todos los hombres y mujeres del mundo. A medida que la sociedad feudal se iba quebrando, la sociedad liberal iba ganando espacio y su poder fundamental fue el mercado protagonizado por el bien de cambio.
Estas libertades  que garantizaban a los emprendedores grandes ganancias, fueron protagonizadas por una nueva clase social que se estableció en la cúspide de la sociedad industrial que dominaban estos hombres liberales. Entonces, el capitalismo liberal que podríamos sintetizar en una expresión económica y política que promueve las libertades de acción económicas políticas y sociales. A medida que enriquecía hombres de negocios permitía que estos pongan en situación de esclavitud a otros. Comúnmente aquellos que trabajaban en las fábricas. En el siglo XIX, el capitalismo liberal tuvo su momento de expansión cuando las grandes potencias intentaron colonizar aquellos terrenos que no habían sido europeizados. Sobre todo sectores de África y Asia. En América, la situación fue distinta ya que la colonización se dio en un sentido informal o “económico”. Pero aun así, por aquellos días el liberalismo (expresión político-económica del capitalismo) se veía como una posibilidad de salir del atraso colonial que nos había sido impuesto durante el dominio español. Personajes como Mariano Moreno o el mismo Manuel Belgrano fueron adherentes  a las ideas liberales. El capitalismo liberal parecía ser una buena alternativa en América.
Sin embrago, sucedió que los grupos de poder que se establecieron en el mismo gracias a las ganancias que les proporcionó el nuevo sistema económico, dominaron los sectores de influencia logrando la mayor rentabilidad a costa del sudor de aquellos que no poseían un capital escaso. Recordemos que según Smith, la ley que mueve al capitalismo es “la oferta y la demanda”  y que aquello que más valor tiene es lo que se encuentra en volúmenes reducidos (escaso) siendo que hay menos y se lo requiere más de lo que se puede conseguir. Entonces, analizando, que todas las personas tienen algo para ofrecer al mercado: algunos sus bienes capitales (dinero, terrenos, inmuebles, etc) otros sus bienes intelectuales (aquellos que se encuentran preparados intelectualmente para desarrollar una tarea que otros no pueden por no contar con el conocimiento) y aquellos que no poseen alguno de estos ofrecerían su fuerza de trabajo. Esto que en teoría no suena tan mal, en la práctica resultó desastroso. La pobreza se distribuyó por todo el mundo que había sido colonizado, fueron oprimidos los pueblos originarios de estos sectores y los beneficios se acumularon en las arcas de aquellas personas que controlaban los hilos del capitalismo. Estas desigualdades sociales trajeron como consecuencias que diversos grupos activistas desarrollaran nuevas ideologías que sirvan de opción para terminar con el modelo capitalista que lejos de llevar la libertad al mundo había llevado el imperialismo que oprimía cada vez más a los pueblos menos desarrollados y que garantizaba las desigualdades sociales a favor de un grupo minúsculo en cada una de las sociedades. Entonces, de aquel capitalismo liberal que había nacido como una opción de libertad ya no quedaba nada en lo absoluto. Es así como a inicios del siglo XX el capitalismo liberal es una doctrina oligárquica que desea conservar el régimen tal cual y como está ya que el statu quo, le proporciona el poder necesario. De ahí el término “conservador” para quien desea mantener el capitalismo inalterado.

                                                                             Prof. Pablo Splawski

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