Pocos personajes en la historia han merecido la aberración
del modo que la mereció Adolf Hitler. Sin embrago como sabemos, en su momento
gran parte del pueblo alemán acepto y acompañó su liderazgo.
Las ideas naturalistas impregnaron en la forma de analizar
la sociedad y la idea de la supervivencia del más apto se transforma en la
manera de competencia entre estados naciones europeas. Eso que los hacía
competir unos con otros, hoy por hoy, lo conocemos como nacionalismo. Este concepto
es uno de los más nocivos que ha experimentado el siglo XX. El nacionalismo
nada tiene que ver con el amor a la patria. Si no más bien es la necesidad de
poner a determinada nacionalidad por encima de las demás. Eso es muy peligroso
ya que determina como método la destrucción o dominación de otras nacionalidades.
Sin embargo en los años que van desde 1880 hasta alrededor
de la década de 1950, las ideas nacionalistas ocuparon lugares centrales en los
políticos de los estados más importantes. Hitler, no es un exponente aislado de
este pensamiento. Si es uno de los más extremos. A partir de 1933 su liderazgo
en Alemania era indiscutido. Había sido respaldado por las potencias
capitalistas para hacerle frente al avance del comunismo ruso. Las ideas de
Luxemburgo, eran cada vez más aceptadas y solo un líder carismático podía contrarrestarlas.
Ahí es cuando el partido NAZI comienza su desenfrenada carrera hacia la
restauración del imperio alemán: el tercer Reich.
Una de las preguntas más frecuentes es cómo pudo un país como
el alemán, lograr un desarrollo armamentístico tan importante si la paz de Versalles
se lo impedía. La respuesta es clave, y debe entenderse dentro de la lucha
contra el comunismo. Para lograr un estado “tapón” que le haga frente a la
URSS. Por ello debía lograrse la recuperación del estado Alemán. Esto quedó
plasmado en pacto que conformaron Hitler con Stalin en el cual se establecía que
ninguno avasallaría las posiciones del otro. Este pacto a finales de la década
del 1930, envalentonó a Hitler para iniciar la segunda guerra mundial en 1939. Luego
de ingresar en Polonia, se dedicó a desgastar a las potencias occidentales
Francia e Inglaterra. La balanza, se tornaría en contra del Furer luego de 1941
cuando comete el error de atacar a la URSS (subestimando al ejército rojo) y al
permitir el ataque a EEUU de su aliada Japón. Luego de estos movimientos, la
suerte del nazismo está echada. A la caída de la Italia fascista, la sigue la caída
de Berlín y la Alemania Nazi. Sin embargo la segunda guerra solo se terminaría
luego de que EEUU cometa el otro gran genocidio de esta contienda; las bombas en Hiroshima y
Nagasaki en 1945. Luego de esto Japón se rinde.
Se debe tener en cuenta que las ideas de superioridad han
llevado a esto. La competencia desmedida y la necesidad de dominar al otro solo
pueden ser comprendidas desde la perspectiva del nacionalismo.
Acá te dejo un link en el que vas a ver un fragmento de un
discurso de Hitler en el que vas a ver los aspectos principales de la doctrina
NAZI. Relaciona lo que sabes, lo que leíste y lo que ves en este video. Es necesario
que entiendas que las costumbres y las ideas llevan a diferentes situaciones.
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