Luego del estancamiento general que se produce por la
interminable guerra fría, el mundo queda supeditado a una serie de imposiciones
económicas que se conocerán como el consenso de Washington. Recuerde que Eric
Hobsbawm nos cuenta como la guerra fría era un sistema de especulación económica
basada en la industria armamentística. Que en realidad nunca estuvo, realmente,
amenazado el mundo capitalista, si no, más bien era un sistema de peso y contra
peso que se había dado luego de la segunda guerra mundial. Este sistema se
había agotado debido a la lucha constante y la rivalidad entre los sistemas
económicos en pugna (comunista V.S capitalista). Los diez puntos del consenso
de Washington se venían ensayando a lo largo y ancho del mundo en las economías
sub desarrolladas, como la nuestra. Desde la década del 70, las medidas
económicas de Martínez de Oz, son hijas directas de estas ideas. El neoliberalismo
es un hecho para toda Latinoamérica, aunque aún no lo sabíamos.
La dictadura militar se cae, por su propio peso, los errores
que comente son groseros y las políticas tanto económicas como sociales las
seguimos pagando hasta el día de hoy. Los derechos humanos, vapuleados hasta
el extremo. Y la situación económica
experimenta una caída atroz. (Recuerde el texto de Corradi “el terror” en donde
comenta como la situación económica es utilizada para adoctrinar a la población
y generar un temor total. En fin, la intervención del Estado es cada vez menor.
Pero esa disminución solo se da en cuestiones inherentes a lo social, ya que se
siguió interviniendo en cosas como la especulación financiera. Esa tablita del
ministro permitió que muchos empresarios que vivían de dicha especulación
lograran hacer negocios formidables. En esto entra, también, la deuda externa
(muy popular en estos días) que creció de 7.000 millones a 45.000 millones (o
más). Gran parte de esa deuda era privada y se estatizó.
Como verás, la Argentina había dejado de lado cualquier tipo
de coqueteo con el mundo comunista, si alguna vez lo tuvo. Peor aún al entrar
la década del 80, donde el comunismo estaba en retirada y luego de que el mundo
capitalista lograra resurgir de la meseta que se había prolongado durante la difícil
década del 70. Los 80, fueron más difíciles aún ya que no existía idea de lo
que iba a suceder. Las dictaduras estaban en retirada, porque en retirada
estaban los fantasmas de revoluciones. Era la hora de la democracia capitalista,
el mundo comunista estaba en una crisis irremontable. Hasta la misa URSS había
entrado en el mercado internacional. Se había abierto a lo peor para un
comunista. Fue visto en aquel entonces, por los revolucionarios más románticos,
como una especie de prostitución que llevaba adelante el nuevo líder de la
URSS, Gorbachov.
La salida de la dictadura militar, es la falta de respeto
más grande de la historia reciente. Pretendían arreglar todo el zafarrancho con
una auto amnistía. No sucedió.
De todas formas, y ya agotadas todas las posibilidades, lo
militares llamaron a elecciones para el 1983. En las que se va a imponer el radicalismo
de la mano de Raúl Alfonsín.
Pablo Splawski
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