En la republica
argentina el estado de bienestar comienza
tímidamente con el proceso por sustitución de importaciones. Este periodo
sienta las bases para que aproximadamente una década después Juan Domingo
Perón, inicie fuertemente el camino en esta dirección. En la republica
Argentina el proceso de sustitución de importaciones implicó transferir
beneficios obtenidos por el modelo agroexportador hacia la industria urbana. La
intención era obtener el pleno empleo y garantizar la demanda con sueldos altos
estimulando el gasto.
Sin embrago, podemos
rastrear a inicios del siglo XX algunos puntos del EB en nuestra republica.
Ejemplo de esto es en 1904 la ley que crea la caja nacional de jubilaciones y
pensiones civiles. Por otro lado demandas que se hacían efectivas en el orden
político como la ley Sáenz Peña en 1912. o la reforma universitaria ya en el
gobierno de Yrigoyen. En 1930 Uriburu
debe conformar la CGT debido a que la actividad gremial era un hecho en el
territorio. En esta década se inicia un periodo largo de crisis en el cual el
estado comienza a intervenir por necesidad. La caída de los años 1937 y 1938
provocan que se mantenga esta conducta y luego con el inicio de la guerra y
plan de reconstrucción nacional dejan en el ideario colectivo la idea de que el
estado debe intervenir en la economía. El peronismo, como ya se dijo, utilizará
esta situación y profundizará la sustitución de importaciones y el gasto, como
el sector público financiándose con el excedente del modelo agroexportador. Las
políticas llevadas a cabo por el primer peronismo en cuanto a la relación
patronal – empleados, puso en rivalidad al gobierno con los sectores que el
oficialismo gustó llamar oligarquía. Esto produjo una unidad en la clase
trabajadora que se encolumnó detrás de su líder dando inicio a algo inédito en
la Argentina. Con la salida obligada del peronismo el gobierno de la
libertadora puso especial atención en las reformas del peronismo, derogó su
constitución, y puso más fuerzas en restárselas a los sindicatos haciendo hincapié
en la productividad.
En la década del 60
hubo un buen crecimiento en la industria aunque en el sector rural siguió siendo
reducido. Este es el momento del desarrollismo que en materia salarial implicó
aumentos significativos. En esta década lo más importante son las inversiones
extranjeras que aumentan la rentabilidad nacional. Luego, ya promediando la
década del 70 la crisis que presenta el modelo es alarmante y no solo el modelo
económico se ve en problemas. Después de la muerte de Perón el modelo político
esta patas para arriba, las medidas
impopulares que debe tomar el gobierno peronista conocida como “rodrigazo” en nombre
del ministro de economía Celestino Rodrigo, arrojan tierra sobre la democracia
y se inicia el periodo más oscuro de la historia argentina; el proceso de
reorganización nacional.
La crisis se hace más
profunda e inicia de forma definitiva con la última dictadura militar. En un
conjunto de situaciones el gobierno decidió disciplinar a la población,
entonces utilizó todo tipo de vejaciones que impusieran el mando y obligaran a
actuar a la sociedad para escarmentar a quienes se opusieran. Existió también la
realidad de que el contexto internacional encaminaba hacia el neoliberalismo.
La necesidad de implementar una nueva política económica le dio la posibilidad
al ministro de economía Martínez de Oz de implementar las primeras medidas duras
en desarticular el EB. La principal batalla la tenían contra la inflación. Se
redujeron los salarios, se disolvió a la CGT y se prohibieron las huelgas. Otro
paso era fomentar las inversiones. El incremento de la deuda y los capitales
extranjeros hacen que en 1980 la crisis se profundice demostrando la
insolvencia natural de los sistemas financieros. Luego de este periodo es
cuando se consolidan los organismos internacionales y los grupos económicos
mientras crece el desempleo y la pobreza en la republica argentina.
La crisis se
profundizó y la dictadura militar terminó. Llego la democracia y el gran desafío
era gobernar con una crisis galopante un estado endeudado a niveles
insospechados y una cúpula militar acostumbrada al pretorianismo militar. La
estrategia fue mantener un alto nivel de empleo con los instrumentos de oferta
y demanda. Sin embargo no podían con la inflación, en 1984 deben devaluar la
moneda mientras que los sectores externos presionaban para que la argentina
cumpliera sus compromisos. Al unísono reclamaban los sectores internos. Es este
el problema del gobierno radical, no pudo hacerse cargo de los intereses de la
deuda y a su vez mantener el nivel de gasto interno. Por lo tanto en 1988
incurrió en cesación de pagos y de aquí en adelante todo sería cuesta abajo, si
es que ya no lo era desde 1985.
Prof. Pablo Splawski.
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